Mezcla de película sacra con película de ficción. De gran espectacularidad. Lo más llamativo, por su ficción, son los ángeles-demonios que están para ayudar a los hombres. No es así; hay ángeles buenos que Dios ha puesto para ayudarnos, que al menos cada uno tiene uno: su custodio. Y hay ángeles malos, demonios, que desobedecieron a Dios, fueron castigados al infierno y buscan, por odio a Dios, el mal de los hombres: que desobedezcamos a Dios, vivamos apartados de El, y odiemos a Él, a sus criaturas y a la creación. El demonio está activo, pero es, con sus ángeles-demonios, como perros rabiosos, atados, que no nos pueden hacer mal si no nos acercamos. En cambio, el Ángel custodio, está junto a nosotros y en nosotros, ayudándonos a ser fieles a Dios y a los demás, en la medida que le tratemos y acudamos a el. La actividad del demonio se puede ver en los masones, que dan culto a Lucifer, ángel de luz, Satanás o demonio, a cambio de poder dominar el mundo; y ya lo hacen, dominan las ins